El Khoji y el cazador



1º Accésit XXI Concurso de relatos cortos de la asociación cultural "La aventura de escribir" de Nerja.  

 

Todo empieza en un funeral. 
Shaitan Kumar y su esposa Asha ofrenden rezos al dios Shiva. 
Ambos tienen los cuerpos laxos, el juicio embotado y los ojos ajados y secos tras dos largos días de interminables lloros, de desvelos nocturnos, de gritar al viento del desierto: ¿Por qué? ¿Por qué nos has arrebatado a nuestra hija? Abren las manos y las elevan al cielo naranja que en ese momento de la tarde ya amarillea en las llanuras del Rajasthan, al mismo tiempo que tambalean sus pies, y todo su cuerpo, hacia delante y atrás en un ritual ancestral transmitido de generación en generación. 

La clienta


   2º Premio. XXIII Concurso Relato Ochavada (Archidona)

 

Siempre que termino un juicio practico un ritual.

En realidad no sé muy bien a qué obedece y tampoco conozco las razones que me impulsan a hacerlo. No es nada del otro mundo, un hábito simple, empero, lo tengo tan interiorizado y me produce tanto bienestar, que para mí es como el postre de una exquisita comida, una singular guinda. Al salir del juzgado apago el móvil, enciendo un cigarro y paseo hasta la plaza de la Constitución. Son mil cuatrocientos cincuenta y tres pasos, los recorro con lentitud premeditada, observando en derredor, fisgoneando con la mirada los balcones y ventanas abiertas, aguzando el oído y empapándome del ambiente más castizo del barrio. En el centro de la plaza se alza majestuoso un centenario Algarrobo. 

El ascensor

 1º Premio XXXIII Certamen Literario Vigía de la Costa (2019) 


7.- Séptima planta. 2019

Manuel aplasta el cigarrillo contra el cenicero. Cuenta cinco colillas en la última hora y piensa que no está mal para alguien que lleva diecisiete años sin fumar. Bebe un sorbo de brandy. Tuerce los labios en una mueca de disgusto. Nunca le gustó el alcohol, sin embargo, ahora lo necesita, el calor que desprende cuando desciende en su interior hasta el estómago le serena. Desvía la mirada hacia la carta desplegada que descansa en la mesa. Está escrita en un papel ahuesado, con una caligrafía menuda y recta. Se nota manoseada, leída y releída decenas de veces. El matasellos estampado en el sobre abierto que está a su lado, certifica que la carta llegó hace un mes. Se levanta y espía por el ventanuco que da al rellano del edificio, desde allí, controla la puerta del ascensor. Recuerda la primera vez que se asomó, casi cincuenta años antes, cuando su padre entró a trabajar como portero de la comunidad y el edificio brillaba como una moneda de plata sin circular. 

La última noche

 

2º Premio. XIV Certamen de relatos cortos "Villa de Ardales"

RAQUEL entreabre un ojo. A su lado hay una placa de matrícula doblada. Un fragmento afilado del guardabarros le atraviesa por completo la pierna izquierda, a la altura del músculo soleo, de atrás hacia adelante. La dantesca imagen del acero clavado le impresiona más que el dolor físico que la propia herida le genera. Recuerda la furgoneta rodando por el pavimento como una peonza sin control y el súbito impacto que la levanta del suelo y la estampa contra el hormigonado como si fuese una muñeca de trapo arrojada a la basura.  Le rodea un charco de sangre, cristales rotos y trozos de plásticos.

“Nardos para Teresa”. Lucía Muñoz Arrabal




Datos del libro: 
Nº de páginas: 244 págs. 
Encuadernación: Tapa blanda, con solapa  
Editorial: Autoedición
Género: Novela constumbrista
Literatura española. 

Sipnosis: Una historia de amor, que nace y crece en un pequeño pueblo costero. Es la historia de Miguel y Teresa un canto a la libertad, a la lucha y esperanza ante las adversidades. Una saga familiar localizada en Nerja y Frigiliana en los años 1909 y 1950. 

Nota: 9
Lo mejor: La creación de personajes.  
Lo peor: -

Reseña: "Nardos para Teresa" es el debut literario de la escritora Lucía Muñoz en el  mundo de la novela. Antes ya nos había obsequiado con varias publicaciones donde se recogen muchos de sus relatos, entre otros, el libro "Palabras Trenzadas" escrito en coautora con Vicky Fernández.  En "Nardos para Teresa", Lucia Muñoz, nos introduce en el género literario que mejor conoce, el costumbrismo literario. Asistimos al crecimiento personal de Miguel y Teresa, nuestros dos protagonistas, de gran corazón,  arrastrada ella por una tara física y él por una lesión. Vemos crecer su lucha juvenil rebelde por romper tradiciones incomprendidas, la sublevación por imposiciones arcaicas. La autora describe el ambiente en el que se mueven, las costumbres, los tópicos. Pero sin duda, el punto fuerte de la novela, es la creación de los personajes. Lucia Muñoz, describe todo una sociedad variopinta, a través de ellos, nos sumergimos en la historia. Es muy fácil visualizarlos, comprenderlos, reírnos, odiarlos... son personas vivas. Por último, destacar el gran trabajo de documentación que tiene la novela. 

Tres gallinas, una saca de legumbres y dos arrobas de cebolla


1º Premio. XVI Concurso de Relatos Ochvada (Archidona) 


El letrado Álvaro Castillo acarició el brazo de su cliente, le guiñó un ojo y se levantó con exagerada pomposidad. Se alisó un pliegue de la toga y se acomodó el cuello. No parecía tener prisa, caminó hacia el jurado con pasos cortos, los hombros hacia atrás y el mentón erguido. Una cómplice sonrisa asomaba en la comisura de sus labios. El Juzgado se había quedado pequeño para acoger a todo el público. La totalidad de los estamentos sociales del municipio de Villa Vieja de Anayintana se encontraban representados aquella mañana. La ocasión lo merecía, era algo excepcional, que podía afectar a todos los habitantes de la villa. El juez Gordillo se frotaba los nudillos, mientras el abogado Redondo garabateaba notas sobre unos folios ahuesados que en su parte superior lucían el membrete del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid. El letrado Castillo posicionó las manos sobre la barandilla que separaba al jurado del resto, y se demoró unos segundos mirando los rostros de las sietes personas que en las siguientes horas decidirían la cuestión legal que se les sometía a juicio. 

El último de Jareskhi






         Click. Click. Click
         Otra vez ese ruido. Ahmed siente que su cabeza va a estallar en mil pedazos. Cada día es más insoportable. Piensa que no lo podrá soportar más, que ha llegado a su límite, que allí se acaba todo. Sabe que nunca podrá escapar. ¿Por qué no se va ese maldito click? Golpea con su pequeña mano la frente y aprieta con fuerza. El dolor sigue ahí. No desaparece. ¿Por qué no huye como todo el mundo? ¿Por qué no lo deja en paz? Él solo quiere silencio, un silencio sepulcral, infinito.