El jersey

El jersey  

2º Premio XIX Certamen literario Vigía de la costa


1.- Lana
Llegaste junto a la primera nevada de noviembre. Un manto blanco envolvía el recinto dibujando la imagen de una postal invernal. A través del ventanal acristalado de la biblioteca, te vi arrastrar los pies por el camino adoquinado que serpentea entre los espacios recreativos y las zonas ajardinadas. Tenías los ojos tristes y la mirada apagada, sin luz, vencida y humillada. Ibas ataviado con una camiseta raída de mangas cortas, un pantalón de chándal descolorido y unas ajadas zapatillas de deporte. Tiritabas de frío, con los brazos en cruz sobre el pecho y la cabeza descendida. Calculé que aproximadamente tendrías mi edad, trece años. Como siempre ocurría cuando un chico nuevo llegaba el grupo al completo abandonamos nuestras lecturas y corrimos hacia la puerta de entrada. Javier, el técnico bibliotecario, nos persiguió a través del pasillo. Era un esfuerzo inútil, las tradiciones se imponían sobre cualquier reglamento. Cuando un chico nuevo aparecía en la residencia, era obligación de los veteranos recibirle y dispensarle una cálida acogida. Los que no han estado en nuestra situación no pueden comprenderlo, pero nosotros sí, nosotros sabíamos lo que era el desamparo, la desconfianza, el miedo. Sin conocernos, empatizábamos mental y afectivamente unos con otros, identificábamos el estado de ánimo, y con nuestra mirada, con nuestros gestos, ofrecíamos nuestra complicidad y apoyo incondicional.